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Jon Zelaya, un rico arquitecto de Madrid, decide ponerse tras el volante de su lujoso coche para huir de un doloroso pasado. Finalmente decide poner rumbo al norte de España, a la preciosa zona costera de Liencres, situada en Cantabria. Allí descubrirá una bonita casa que le han dejado sus abuelos en herencia.
Malena Rivas es una mujer solitaria por su profesión. Ella es fotógrafa y trabaja para una de las revistas más exclusivas, pero un acontecimiento familiar hace que tome una firme decisión: tendrá que hospedarse durante varias semanas en casa de su abuela, en Liencres.
Lo que ella no sabe es que su forma de ver el mundo está a punto de cambiar, porque Jon Zelaya está a punto de entrar en él.
La portada me gusta mucho, es perfecta para la trama de la novela y muy inspiradora.
La trama nos presenta a Jon, un hombre que viaja hasta Liencres, en Cantabria, para hacerse cargo de la casa de sus abuelos y tratar de olvidar el pasado. Quiere encontrar el rumbo de su vida, tras algunos problemas que ha tenido con la familia.
Malena está cuidando a su abuela, Amalia, que ha sufrido un infarto. Es una joven inteligente y sencilla, que tiene el rumbo de su vida. Es fotógrafa en una revista y viaja mucho. Su relación con su familia es algo delicada y su abuela es la que más le apoya y le aconseja.
Jon y Malena se conocen, y lo que en principio es un encuentro algo frío, pronto se convierte en una amistad en la que se van conociendo poco a poco; mientras la pasión entre ellos crece como la espuma del mar.
Pero Jon tiene que arreglar sus problemas con la familia y Malena no cree que lo suyo pueda seguir adelante.
Liencres, Cantabria
La autora nos envuelve desde la primera página y nos adentra en un lugar mágico. Me he imaginado cada descripción y me ha parecido estar en esa tierra tan bella y con tanta paz.
Los personajes me han encantado. Están todos muy bien delineados dentro de la trama de la novela y aparte de cumplir con su papel, cada uno de ellos es entrañable en su papel.
Esta novela se centra mucho en la relación de Jon y Malena, las respectivas familias, salen a relucir por sus problemas y diferencias. La más entrañable es Amalia, la abuela de Malena y los vecinos del pueblo que me parecen encantadores.
Leer a esta autora es disfrutar de la magia de una preciosa historia de amor.
La descripción de los lugares a los cuales nos hace viajar, están tan bien desarrollados y descritos, que es imposible no quedar pegado al libro desde la primera página.
Con una trama sencilla y los problemas cotidianos de la vida diaria, la autora nos acerca a una realidad en la que es muy fácil identificarse.
Los personajes son fascinantes, dos personas distintas con sus problemas que acaban confiando el uno en el otro y luchando por su amor. Me encanta como transmite los sentimientos, los miedos, las dudas, la pasión, la confianza y muchos más sentimientos que nos despierta la lectura.
En definitiva, una lectura maravillosa y muy romántica. Muy recomendada.
