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EJERCICIO NOVIEMBRE-DICIEMBRE ADICTOS A LA ESCRITURA


El mes pasado se reinició los ejercicios mensuales en el grupo de Adictos a la escritura aquí, del que formo parte desde hace ya dos años, pero por problemas de tiempo me fue imposible participar. Este mes, aparte de que el ejercicio me ha gustado mucho, no he dudado y he cogido tiempo de todos lados para poder hacerlo. Así que paso a explicaros las bases del ejercicio:

Proyecto de noviembre-diciembre: ¿Y si fuera...?

Bases del ejercicio de noviembre-diciembre:

En este ejercicio se propone incentivar la imaginación eligiendo determinados personajes o épocas de la historia universal para situar la acción. Por ejemplo la prehistoria, el descubrimiento de América, la llegada del hombre a la Luna, etc. Implica trabajo de investigación a fondo (la gracia de este ejercicio es aprender a documentarse antes de empezar a escribir). Con esa premisa, he escrito dos pequeños relatos, porque no pudiendo elegir entre los dos, he decidido ponerlos los dos:

IMHOTEP: SABIDURÍA  O LEGADO MÁGICO


“Nunca nadie había tenido su nombre inscrito al lado de un faraón” Arquitecto, sabio y Dios.

Mis pasos descalzos,  me llevan hasta el interior sagrado del templo. Aquí me he formado como sacerdote,  he aprendido todo lo precedido por los ancestros y lo necesario para ser un sabio en varias ramas. Hace poco he recibido un gran regalo por parte del faraón Zoser, acaba de nombrarme arquitecto del reino y me ha encargado mi primer trabajo real. Construir su templo funerario para que sea recordado por siempre.
Ahí es donde empieza mi gran sueño. Construir una pirámide para honrarlo entre los vivos y entre los muertos. Un templo que sea recordado por siempre por su grandeza y esplendor. Un santuario que recuerde el poder de la piedra, su eternidad y su poder en el mundo. Un lugar donde venerar el nombre de los dioses y el de su amado faraón. Ello se convirtió en mi gran afán.
Comencé a hacer planes  de cómo sería ese magnífico lugar. Para conseguir la fuerza que me guiará en ese proyecto, ofrecí una vasija al Dios Anu, Dios con forma de carnero que honraba con su fuerza. Él me guió hasta el lugar perfecto en donde podía ubicar semejante templo y lo llamé  Saqqara que significa “el que guía y muestra el camino”.
Mis conocimientos sobre la ciencia alquímica, fueron necesarios para buscar la mezcla secreta para que la roca solidificara antes y no tener que utilizar tantos hombres en el proyecto. Mis días y sus noches estaban consagrados al estudio y a experimentar con distintas sustancias, hasta dar con la mezcla perfecta. El día de mi gran descubrimiento, el proyecto comenzó a tomar forma. La pirámide sería la primera de la historia y Zoser sería conocido como el primer faraón en descansar y hacer su gran viaje en un gran templo funerario.
Esa fue mi primera aventura en contacto con la arquitectura, pero otros caminos llamaban a mi alma de forma apremiante. Había aprendido muchas cosas a lo largo de mi vida y quería que todo fuera productivo y pudiera ayudar a los demás.
Mi nombre, Imhotep “el tres veces grande”, “el maestro del misterio”, “el que viene en paz” se inscribió en la base de la estatua del faraón Zoser. Y sería recordado para siempre.
Así me convertí en “Tesorero del rey del Bajo Egipto”, “primero después del rey del Bajo Egipto”, ”Administrador del Gran Palacio”, “Señor Hereditario”, “Sumo sacerdote de Heliópolis”, “Imhotep el constructor, escultor, hacedor de vasijas…”
En el mundo griego me conocieron como “Hermes Trimesgisto”

*** 

SUEÑO O PREMONICIÓN


(TUTMOSIS IV Y LA ESFINGE)

Mi familia es muy aficionada a la caza y nos gusta correr por las dunas del desierto con nuestros carros mientras apuntamos a las piezas a abatir. El arco se convierte en una prolongación de mi brazo,  casi no apunto, es algo tan innato en mí que acierto sin necesidad de mirar el objetivo.

Cuando termina la caza, me quedo solo, quiero correr un rato por el desierto y olvidarme de todo.  Mi carro es veloz, los caballos son auténticos beduinos y como hijos del desierto están hechos a la carrera.
Siento calor y sed, mi garganta echa fuego y me paro a beber de mi odre. Solo unas gotas para no malgastarla. La gran esfinge y las pirámides me saludan desde su imponente altura y mi vista se extasía ante tan sorprendentes construcciones.
El calor está haciendo mella en mi cuerpo y me dejo caer en la única sombra que hay en muchos kilómetros. El rostro de la esfinge me da la paz y la tranquilidad que necesita mi cuerpo después de una gran carrera.
Mis ojos se relajan y presiento que me voy a dormir en cualquier momento. Me dejo mecer por el  silencio y la enorme paz de mis ancestros me inunda por completo.

Cuando despierto, sacudo la cabeza, he soñado o tal vez ha sido realidad. La esfinge me ha hablado, me pedía que la desenterrara y si lo cumplía haría que yo fuera faraón de Egipto. No sé qué hacer, pero mis creencias me hacen creer que todo ha sido una premonición de algo que puede pasar de verdad, así que me voy arriesgar y voy a cumplir con el sueño de la esfinge.

***

Espero que os haya gustado mis ejercicios. Besos a tod@s.


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